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Valores (III)

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La humildad en el proceso de aprendizaje

¿Cuál es el inicio de cualquier aprendizaje? Reconocer que no sabemos.

Son de sobras conocidas las cuatro fases del aprendizaje:

  1. Desconocimiento inconsciente: No sabemos que no sabemos
  2. Desconocimiento consciente: Sabemos que debemos aprender una determinada habilidad o concepto, pero todavía no la hemos adquirido.
  3. Conocimiento consciente. Conocemos el concepto o los detalles de la habilidad pero los aplicamos con mucho esfuerzo. Solo cuando somos muy conscientes nos aplicamos a ello con los 5 sentidos.
  4. Conocimiento inconsciente. Aplicamos lo aprendido sin esfuerzo, sin ser conscientes de ello.

Todos pasamos por esas fases. Desde el momento en el que todavía ni siquiera sabemos que no sabemos, es decir, desconocemos incluso la existencia de un concepto relacionado con cualquier materia, hasta el momento en el que ya usamos incluso de forma inconsciente, automatizada, el conocimiento adquirido.

Ahora bien, por difícil que sea una materia, es probable que la mayor dificultad en el proceso de aprendizaje se dé en el paso de la fase 1 a la fase 2. Queremos decir que, en multitud de ocasiones, la mayor dificultad para nuestro progreso, se encuentra en la aceptación de que tenemos la necesidad de incorporar un nuevo concepto o habilidad a nuestro repertorio.  El no sabemos que no sabemos, lo encontramos muchas veces en la versión de que nosotros no necesitamos ese conocimiento o habilidad.

El mayor enemigo del aprendizaje es, entonces, la actitud de quien cree saber todo lo que necesita saber. Es común en estos casos la interpretación de que ciertos conceptos útiles para modificar nuestros comportamientos rutinarios y mejorar nuestras capacidades y desempeño, no son más que  sentido común, que no son nada nuevo…

Reconocer que mientras estamos vivos estamos aprendiendo.

Una valor fundamental para la mejora continua, aplicable tanto a nivel personal como en las organizaciones, es el del aprendizaje permanente. Para ello, es necesaria la actitud de reconocer con humildad que mientras estamos vivos  estamos aprendiendo. No hay mayor peligro para el progreso, que la actitud de aquel al que le cuesta encontrar quien pueda enseñarle alguna cosa, o nada nuevo que aprender.

Si este tema os interesa podéis leer La quinta disciplina de Peter Senge o Metamanagement de Fredy Kofman